Mostrale quién manda

Tiritando de disconfort

Wim Hof, las duchas frías, las meditaciones de días…todo sigue la misma lógica detrás de esta famosa frase de Séneca:

“Tratamos al cuerpo con rigor para que no desobedezca a la mente”.

En criollo, Séneca hablaba de que los estoicos entrenaban a su cuerpo para que éste entendiese quién mandaba. Porque si le dejamos a nuestra biología que mande, vamos a lograr mucho menos de lo que somos capaces. Tenemos millones de receptores en el cuerpo que nos van a gritar que nos quedemos en zonas confortables, seguras y conocidas.

No soy para nada fan de cagarme de frío, pero experimenté un poco metiéndome en lagos helados y entendí el punto. Tal vez en algún momento le de una oportunidad a las duchas heladas. Por ahora, lo más cercano que hago para abrazar el disconfort físico es salir a correr con el clima que sea o meterme con la tabla al mar helado cada vez que mi cuerpo me ruega que me quede cómodo en casa. Siguiendo a Séneca, intento tratar a mi cuerpo con rigor porque sé que acostumbrar a mi cuerpo a ese disconfort me hace más fuerte. No es teórico, lo siento en el cuerpo. 

Está claro que tenemos una predisposición biológica al confort físico y mental. Muchas empresas que venden productos y servicios se benefician de eso y es, en parte, una de las razones por las que en este post te cuento por qué el confort nos está cagando la vida. Hoy trato de hacer el ejercicio de estar presente para tratar de ser más consciente quién maneja a quién. 

Porque si las razones emocionales y físicas no te resultan suficientes, también están las cognitivas. Está lleno de estudios que demuestran que el camino del disconfort puede ayudarnos a prevenir enfermedades como el envejecimiento prematuro o la demencia senil. Tomar caminos diferentes al habitual, hacer cuentas en la cabeza en vez de agarrar calculadora del cel, pensar y anotar respuestas a una pregunta antes de googlearla, son todos ejemplos de cómo podemos desafiar el disconfort que le genera a nuestro cerebro ese gasto energético extra en el corto plazo para beneficiar nuestra salud en el largo plazo.

Ni hablar el mayor de todos…agarrar una hoja en blanco.

Acostumbrarnos a salir de nuestra zona de confort físico nos entrena para también poder hacerlo en el plano mental y cognitivo. Es un círculo virtuoso que se retroalimenta y nos permite ir expandiendo cada vez más lo que somos capaces de lograr.  

Abrazo y hasta la prox

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *